"Bautizo" de Paco y el pincho

A las 6:30 suena el despertador. Como otras veces que estoy muy cansado, el primer pensamiento es de quedarme en la cama. Pronto se borran de la cabeza y me levanto. Hoy es un día especial. Hoy, Paco, se estrena en el mar con su nuevo neopreno. Ayer, cuando hablé con él, ya se le notaba nervioso.

A las 7 recogemos a Isma y pronto estamos en la playa de Castelldefells, junto al Club Naútico, enfundándonos el neopreno. Mar solitaria y tranquila. Toda esa inmensidad para nosotros solos. Al final me acabará gustando. Cada vez que nado en el mar me siento más códomo. En el programa de hoy... natación de 8 a 9 y sesión de bici junto al anfitrión de hoy, Juanjo (ironman en Niza el año pasado). Subida al Ratpenat (el pincho, por sus rampas de más del 20%) y vuelta por las Costas del Garraf.

Nadamos hasta la primera boya para después seguir paralelos a la costa, de boya en boya. Al empezar a nadar ya me doy cuenta que hoy tocará sufrir (las 5h 40' de entreno de ayer aún no las he asimilado). Paco no se separa de mí en ningún momento y no es que yo me reserve, nado cómodo pero, sin escatimar esfuerzos. El nivel de mi hermano en natación no dista demasiado al mío. Estoy convencido que en cualquier triatlón haríamos tiempos similares en el sector acuático, lo que es una excelente noticia. No nada tan mal como se piensa (con ésto no quiero decir que yo nade bien... jajajaja). Al final salen 43' que apróximadamente calculo que habrán sido unos 1700-1800 metros contando las paradas. Quitando las algas que hemos tragado y el flato que he padecido ha sido un entreno fantástico.

Al salir del agua nos esperaba Juanjo con la bici. Tras recorrer el paseo marítimo pronto encaramos las primeras rampas del Ratpenat. Si nadando he notado el cansancio de ayer, en bici ni os lo explico. Las piernas no iban ni para atrás. Era consciente que el sufrimiento iba a ser constante... y no me he equivocado. En última posión del cuarteto veía como era imposible seguir el ritmo de mis compañeros. Paco, ha hecho una ascención espectacular. En las rampas más duras (la de los escaladores) dónde llegan al 23% se ha escapado sin que nadie pudiera seguirlo. Vaya máquina subiendo!!!!! (me debes la revancha). Y en la última subida del 20% encima se ha cascado un esprint. IM-PRE-SIO-NAN-TE. Yo... he sufrido lo insufrible. He subido atrancadísimo. Una vez arriba, foto y cogemos dirección Olivella. Carretera con toboganes en la que todas las subidas eran un calvario para mí. En los llanos previos a Sant Pere de Rives... imposible seguir la estela de Isma, Juanjo y Paco. Nos reagrupamos en Sitges e iniciamos las costas del Garraf. Pronto Isma y Juanjo se han escapado. Por suerte, mi hermano se ha quedado conmigo para afrontar juntos los espectaculares 16 Km hasta Castelldefells. Como por arte de magia... mientras rodábamos junto a los acantilados y viendo a lo lejos a Isma y Juanjo, he empezado a notar las piernas menos pesadas y con buenas sensaciones. Sabedor que la etapa estaba llegando a su fin, he decidido tirar y quitarme un poco las malas sensaciones de la salida. A falta de 2 Km hemos dado caza a los dos de delante y hemos llegado juntos al final del recorrido y con la sensación de poder haber rodado durante más kms. Para terminar una cerveza que ha sentado de narices. ¡¡Cómo son las cosas y cómo cambia el cuerpo en apenas 2 horas!! De ir muerto a acabar a tope. Una mañana fantástica que seguro que en breve repetiremos. El Ratpenat ya está en el saco. Y la semana de entrenos continua siendo espectacular.

% Ratpenat