miércoles, 14 de mayo de 2014

IRONCAT 2014. Memorial Francisco Moreno Pérez.

L’Ampolla, agosto de 2012. Hace pocos días de la jornada más triste de mi vida. Nos hemos juntado todos para decirle el último adiós a papá. Allí en la desembocadura del Ebro, junto a su árbol talismán que le daba sombra mientras dedicaba horas y horas a una de sus pasiones, la pesca. Su otra pasión eramos nosotros, su familia.
A poca distancia los niños corretean con Sònia ajenos a todo ese dolor que sentimos los adultos, mi madre con lágrimas en los ojos nos mira a Paco y a mí a pocos metros…  Abrimos la urna y tiramos sus cenizas al agua. Ahora sí. El Delta del Ebro pasa a ser el paraíso de mi padre y L’Ampolla el lugar de culto de mi hermano y mío. Nadar en esas aguas, peladear por esas carreteras y correr por esos caminos NUNCA volverá a ser lo mismo.
Casualidades de la vida, o no… en L’Ampolla se celebra cada año un triatlón distancia ironman, el IronCat. En 2011 fue mi 2º iroman. Aún recuerdo la figura de mi padre casi dentro del agua esperándome a que saliera por la rampa del puerto. Despues del fatídico día prometí que volvería y se lo dedicaría a él. Ese sería mi pequeño homenaje.
Os explico todo esto porque quiero que os hagáis una pequeña idea de lo que ha sido para mí el IronCat 2014… mi 6º Ironman.
 
L’Ampolla, mayo 2014… han pasado casi dos años, pero yo nunca olvido una promesa. Cada ironman que hago tiene un aspecto emotivo… y soy consciente que este seguramente será el que más.
Marcos viene conmigo y se convierte en inseparable. Mañana será un día duro también para él y su cámara de fotos. Intentará inmortalizar la carrera a través de su objetivo. Es curioso como hay personas que te transmiten paz y tranquilidad. Él es una de esas personas. Me alegra que se haya cruzado en mi camino.
Paco (mi hermano), no se perderá la prueba. Él más que nadie sabe lo que significa l’Ampolla y el IronCat2014.  Es una pieza imprescindible en esta carrera. Sin mi hermano este homenaje no tiene sentido. Lástima de mi cuñada, mis sobrinos, mi madre y Lucía que no estarán.
Viernes 9 de mayo… Marcos y yo llegamos pronto para comer en l’Ampolla…. Hotel, reunión técnica, dorsales, saludar a muchos conocidos y a cenar temprano. Laura y Leiva se han apuntado a la fiesta y pese a llevar el pie escayolado este último no se quiere perder la jornada de mañana. Jesús, el último gran fichaje del IRWL, y lo de gran fichaje lo digo como persona, no como triatleta (que también) participará conmigo. Óliver, compañero de entrenos de las últimas semanas y otra bellísima persona debutará en la distancia. Tiene un supporter de lujo, el gran Argui. Los tres hemos compartido muchas horas  encima de la bicicleta y junto a Robert Mayoral y Dani Sánchez serán las referencias en carrera. Jodi Comas, con más de 25 años dedicados al triatlón, debutará también en la distacia.
Ya en el hotel, junto a Marcos Cabrera repasamos la estrategia, los tiempos de paso y las horas previstas. Evidentemente todo lo marcará las condiciones meteorológicas, sobretodo el viento. En la cabeza tengo “mis tiempos”… soy consciente que llego bien de forma, aunque bastante corto de bici. La maratón de Sevilla me ha hipotecado muchos quilómetros de bici, pero valió mucho la pena. En el agua he mejorado un poco. Lejos quedan esos 86’ de mi debut. Si todo va bien tendría que salir entre 70-75’… muy lejos de los primeros, pero suficiente si bajo de 3h en la maratón. Mis números rondan las 9h30’ si no hay demasiados imprevistos y la maratón (mi especialidad) será la clave.
 
A las 4:35 suena el despertador, creo que he podido dormir 5 horas del tirón. El sueño no es problema, tengo un máster en dormir poco… es lo que más entrenado llevo… jejejejeje. Desayuno potente y con todos los bártulos nos dirigimos a l’Ampolla. Los nervios no son un problema esta vez. Decenas de triatletas con todo tipo de caras nos dirigimos a boxes. Busco mi cajón, me ubico… lo miro des del lado de la T1… después desde la T2… no quiero sorpresas en las transiciones. Marcos vigila todos mis movimientos al otro lado de la valla. Llegan Paco, Marta y Juan Carlos que han madrugado casi más que nosotros para no perderse la salida. Laura y Jaume también se han despertado. Me enfundo el neopreno. Se va acercando la hora de la salida. El mar es una piscina enorme y mi padre está allí… lo noto. Me meto en el agua lo justo para acabar de colocarme bien el neopreno. No quiero malgastar ninguna brazada. Caliento fuera del agua. Le deseo suerte a Jesús Óliver y Jordi. Tengo a los míos localizados menos a Marcos. Me coloco las gafas y…….. a las 7am empieza la fiesta!!!!!!!!!!!
 
Si algo tiene de bueno el IronCat es que no hay muchos inscritos y la salida de la natación es bastante limpia. Son tres vueltas a un rectángulo que forman 6 boyas. A priori, difícil desviarse mucho. Inevitable recibir y dar algún golpe. Intento nadar rapidillo hasta la primera boya y después coger mi ritmo. Las sensaciones en el agua son muy similares a los últimos entrenos en la Marbella con Simón. Se me hace muy difícil diferenciar grupos en este sector y no consigo encontrar unos buenos pies. Por momentos consigo evadirme de la carrera, nadar relajado y disfrutar de esas maravillosas aguas… aunque el paso por las boyas de giro me devuelve a la realidad con algún que otro manotazo. Pasan las vueltas y encaro el puerto. En ese momento, al visualizar la rampa de salida, me viene a la memoria dónde estaba situado papá en la edición de 2011. No me veo, pero seguro que se me escapa una sonrisa con el recuerdo. Hasta que no me vio salir del agua sano y salvo no se quedó tranquilo. Hoy no está y no volverá a estar nunca más… por suerte ese recuerdo es imposible borrarlo de mi cabeza. Hoy, ha nadado conmigo… estoy convencido, porque salgo del agua 7 minutos más rápido que mi mejor tiempo en 3800. Posición 124 en 1h09’.
 
 
T1 con calma pero sin dormirse. Casco, gafas, dorsal, zapatillas y…….. 180 Km por delante. Salgo de boxes y allí están animando todo el grupo I RUN WITH LEIVA con el Boss Jaume Leiva al frente. Seis vueltas a un circuito de 30 Km de ida y vuelta. A estas horas las condiciones son perfectas… pero conforme avance el día el viento empezará a hacer acto de presencia. La estrategia es salir fuerte sin dejarse las piernas en este sector. Los tiempos de paso son de 50’ por vuelta… consciente que en las últimas seguramente se me irán unos minutos.
No llevo ni 500 metros y otro recuerdo me invade. Estoy a escasos metros de unos de los lugares dónde pescaba papá. Cuántas horas habré pasado allí con él? La verdad es que muchos peces tampoco sacábamos… pero sí que muchas risas y algún que otro enfado… jejejeje. Recuerdo como si fuera ayer el primer pez que pescaron Lucía y Pol…. y como Xavier, el pequeño de la familia, asustaba a su prima con los gusanos que le quitaba a su abuelo. Los niños lo querían con locura y él a ellos aún más. Ellos recuerdan poco ya de aquello, pero yo me encargaré de que no lo olviden.
Salgo de l’Ampolla enchufado e intentando coger el ritmo. La primera vuelta me servirá de referencia. Me cruzo primero con Robert y luego con Dani. Van entre los 5 primeros… brutal como han salido del agua. Jesús y Óliver vienen detrás de mí a pocos minutos. Marcos ya está entre los arrozales peleándose con el sol para buscar la mejor perspectiva y fotos inolvidables.
 
 
Lista la primera vuelta por encima de 36 Km/h de media y un poco por debajo de 50’. Subidón el girar en la rotonda donde están los míos. Aunque no me acabo de encontrar cómodo acoplado, las sensaciones no son malas. La segunda vuelta es más de lo mismo. Intento hidratarme bien. La bici es la clave para poder hacer una buena maratón. Un error en este sector echa por tierra toda la carrera.
 
 
El paisaje de los arrozales inundados es espectacular… pero hasta el mejor cuadro del mundo cuando llevas mirándolo mucho rato aburre. Es lo que ocurre aquí. Es difícil distraer la mente y se hace muy monótono. Siempre es lo mismo en cada vuelta. El cruzarme con Marcos me motiva. Cada vez está más lejos de l’Ampolla…… no sé si es consciente que luego tiene que volver…..jajajajaja.
 
 
Paso el ecuador de la bici por debajo del tiempo previsto y sin querer la mente empieza a soñar……… 5 horas de bici y 3 horas corriendo…. y el cuento de la lechera…….. y………..jajajajajaja.
Llevo ya más de 4 horas compitiendo y las piernas empiezan a quejarse un poco. Hasta la cuarta vuelta consigo mantener el ritmo de poco más de 36 Km/h, pero el viento empieza a hacer acto de presencia y la media empieza a bajar. No hago absolutamente nada por intentar mantener el ritmo. Soy muy consciente que si intento mantener el ritmo lo pagaré en la maratón.
A final, 5h11’ y llego a boxes en la posición 40. Óscar, Mireia, Bernardo y Sandra ya están en l’Ampolla. Verlos es el mejor chute de energía. Como en Niza… como en la Challenge de Calella. Mis fieles seguidores… nunca fallan!!!!
Tengo ganas de empezar a correr, pero las sensaciones no son como otras veces. En la última vuelta de bici el calor se ha hecho notar. Todo indica que será el protagonista de la maratón… aunque tampoco le doy demasiada importancia. Quiero correr y quiero marcar otro sub3h en la maratón de un ironman. A mí la calor me gusta.
T2 lo más rápido que puedo y primeras zancadas… Salgo de boxes, todos me animan sabedores que empieza lo mío. Paco se pone a mi lado y……… me da la pulsera de papá. Esa pulsera que llevó sus últimos meses de vida. Esa pulsera que le sacamos de su muñeca pocos minutos antes de su último suspiro. No la había vuelto a ver. Paco la tenía en buen recaudo y hoy me la presta para correr la maratón. Me la coloco en mi muñeca izquierda, la misma en la que la lucía mi padre. Imposible no emocionarse. Los ojos, ahora sí, se me llenan de lágrimas. Aumento el ritmo sin querer. Salgo del núcleo urbano y encaro de nuevo el paseo donde pescábamos. Mi cabeza va a mil por hora. Las gafas me tapan las lágrimas…. Intento concentrarme. Miro las rocas. Hay gente pescando. Mi padre podría ser uno de ellos. Siento rabia… impotencia…. Hoy estaría conmigo allí si el puto cáncer no me lo hubiese arrebatado. Son los momentos más duros a nivel mental de la carrera. Intento con centrarme. Miro el garmin. El primer Km lo marco a 3:45 min/Km. Me he dejado llevar por la emoción. Me paro a descargar la vejiga. Vuelvo a correr… primera pulsera negra al final de la larga recta de tierra que va paralela a la playa. “Sólo quedan 5 pulseras” y 40 Km por delante. Pese a parar, el garmin sigue marcando 4:08 de media. Voy rápido pero con malas sensaciones. Intento coger el ritmo, pero no sé que pasa que me cuesta.
 
 
Primer paso por contrameta y por el avituallamiento dónde están los cracks del Club Jovent. MIL GRACIAS A TODOS, en especial a David y Eli que no para de animar y se dejan la vida en ofrecernos de todo. Los míos están en el puerto… reponiendo fuerzas con una paella (que envidia). En cuanto me visualizan en la distancia… empiezan a gritar. Es genial tener amigos así. Están todos juntos menos dos… Uno tiene delante su cámara y de nuevo busca la mejor instantánea. El otro está sentando en el restaurante con la pierna en alto. Como en otras ocasiones, lo busco con la mirada. Necesito una vez más su aprobación, su aliento, saber que está ahí, estar seguro de que todo va bien. Lo localizo… nos cruzamos la mirada y asiente con la cabeza… Jaume Leiva está viviendo un auténtico calvario con las lesiones. No se merece nada de lo que está pasando. Aun así… tiene fuerzas para estar allí. Da igual quién seas, anima a todo el mundo. Siempre tiene una sonrisa y unas palabras de ánimo. No sé cuando volverá a correr… y si lo hará como antes, pero me da igual. Tiene toda mi admiración posible. Yo quiero gente como él a mi lado… El mundo debería estar lleno de Jaumes Leiva.
 Ahora sí. Ya lo tengo todo listo para afrontar la recta final del ironman. Aun así, las sensaciones no son buenas. Hace muchísima calor. Voy hasta el final del espigón y vuelvo. Al pasar Jaume está de pie separado de los demás. Algo me tiene que decir… Me indica el ritmo que llevo y lo clava (como coño sabe a qué ritmo voy sólo con verme pasar????). Me dice que afloje un poco y con esas indicaciones me alejo de ellos hasta la siguiente vuelta.
Voy en busca de la segunda pulsera. Consigo olvidarme de mi padre por un rato y pensar sólo en la maratón. Pese a llevar buen ritmo veo que hoy bajar de 3 horas es una utopía. Paso el 10 mil en 40’ pelados y muy fatigado. Tengo muchísima calor. Me cantan 33ºC. Recuerdo el infierno de Niza en 2011 y esto no tiene nada que envidiarle. Mi cuerpo aún no está entrenado para correr con esas temperaturas. Ni el mío ni el resto de los triatletas que nos hemos dado cita allí. Ya veo gente sufriendo y aún falta más de la mitad por empezar a correr.
 
 
Segunda vuelta. Decido tomarme los hidratos que tenía preparados para la 4ª vuelta. La cosa no va bien. Estoy sufriendo demasiado. La cabeza me arde… nunca había tenido esa sensación. Llevo 14 Km y parece que lleve 30.
Hay un montón de gente animando. Belén… Ivet… Desiree… Abigail… Xavi… Mamen… Roberto... Todo el mundo nos da ánimos. Me gritan desde la playa y no consigo identificar quien son. Al nuevo paso están arriba… Ferran con los peques y Marta…… Vaya subidón… GRACIAS por elegir l’Ampolla para pasar un día en la playa… jajajajajajajaja.
La tercera vuelta es la peor… Noto que la cabeza me va a explotar. Estoy mareado. El ritmo ha bajado considerablemente. Tengo la sensación que en cualquier momento me tengo que parar. Me estoy deshidratando por momentos pese a beber. Paso de nuevo por donde están los míos. Paco me pregunta, le digo que no puedo…… él me dice que los demás van peor que yo……..  eso a mí me da igual. Marta, Laura, Mireia, Sandra, Oscar, Juan Carlos, Jaume, Bernardo, Argui……. los amigos del Club triatlón Badía……. Todos chillán… animan………..  de nada sirve. No hay nada que mitigue ese sufrimiento y aún queda la mitad de la maratón. Pese a todo, el paso por el 21 es bueno…. 1h30’. Imposible repetirlo en la segunda mitad. Creo que todos vamos igual. La cara de Robert, Jesús, Dani, Óliver, Jordi son un poema… como la mía… Como la de los casi 300 superhéroes que estamos desafiando a los 226 Km… a las 140,6 millas. A algunos les recorto y a otros les saco unos minutos más… pero muy lejos de lo que tenía en mi cabeza que sería la maratón.
 
 
Pasan los Km…….. 25, 30….. otra pulsera…… 35….. Como en la bici en cada vuelta se repite lo mismo. La única diferencia es que la gloria está muy cerca. Si todo va bien el sub10 está asegurado y me acercaré mucho a las 9h30’. Penúltimo paso por meta. Ya han llegado los primeros. El reloj marca 9h01’. Quedan 7 Km. Imposible bajar de 9h30’. En breve conseguiré la última pulsera, la blanca. La que me abre las puertas de la ansiada alfombra azul. Por primera vez en carrera, visualizo la llegada. De nuevo vuelve mi padre a la cabeza. Fue justo allí la única vez que hemos cruzado juntos la meta de un ironman. Ya queda poco sufrimiento. No quiero ni pensar a los que les faltan horas por llegar. Toda mi admiración para ellos.
 
 
Paco y Juan Carlos me esperan en el 40 y corren a mi lado. Les grito que se vayan para meta. Se lo agradezco muchísimo, pero ese es mi momento. Quiero correr solo… lo necesito. Una vez más papá está en mi cabeza. Hablo con él. Lo hemos conseguido. Ha sido mucho más duro de lo previsto, pero ha valido la pena. Miro al cielo, al mar… sé que me estás viendo desde algún sitio. Seguro que le estás diciendo alguno de tus nuevos amigos que “ese es tu hijo”… “tu Juanmi”… ese cabezón con el que tantas veces has discutido. Ese que te quiere con locura y no te olvidará mientras viva. Vamos juntos hacia la meta… pero aún tenemos que llegar hasta el final del espigón por donde tantas veces has paseado. Último giro……. 700 metros. Ahora ya no duele nada aunque físicamente esté destrozado.
 
 
Veo a Paco… llego hasta él. Lo cojo de la mano……. Corremos juntos y señalamos al cielo. La emoción me invade, pero no me queda líquido en el cuerpo para que salgan lágrimas. Cruzamos la meta y nos fundimos en un abrazo!!!! Se para el tiempo. Es lo más parecido a ser feliz. Lástima Lucía, Pol, Xavier, Sònia y mama….. hubiera sido la guinda del pastel que estuvierais allí. VA POR TI PAPÁ!!!!!!!!!! Promesa cumplida!!! Vendrán más ironmans, pero como este ninguno. Al final 9h35’ y 9º de la general…….. pero eso es solo una anécdota. Hay una cosa que me hacía ilusión y no se la he dicho a nadie. Ser el primer I RUN WITH LEIVA en cruzar la meta de un ironman.
 
 
Abrazos y besos con los míos. Me siento muy afortunado de tener gente así a mi lado. Y los que no han podido venir y me han seguido en la distancia.
No quiero extenderme más. Solo dar las GRACIAS A TODOS una vez más y felicitar a todos los FINISHERS del IRONCAT 2014 en especial a Jordi Comas y Óliver Garrido en su debut, a Jesús Fraile y Dani Sánchez por el carrerón sub10 y por último a Robert Mayoral que lo vi muerto y resucitó para hacer un tiempazo en su 27º distancia ironman. También felicitar a Jordi Arguisuelas y Simón Jiménez por su debut en media distacia en el ExtremeMan de Salou.
Esta es mi experiencia en mi sexto ironman… INOLVIDABLE!!!!!!!!!!
No hace falta decir que TODAS LAS FOTOS son del gran MARCOS CABRERA. Twitter: @marc_photosport; Instagram: Marcosphotosport; Facebook: Marcos Cabrera. Mil gracias por acompañarme en mi sueño.