lunes, 1 de octubre de 2012

DESPERDICIAR LA VIDA????

Os dejo un artículo que aparecía esta madrugada en el mundo.es de un personaje llamado Salvador Sostres.

Desperdiciar la vida



    "DESPERDICIAR LA VIDA



Una chica de 38 años, Teresa Farriol, ha muerto de sobre esfuerzo mientras participaba en la ultramaratón Cavalls del Vent, que consiste en cubrir una distancia de 84 kilómetros en menos de 24 horas. La prueba tiene lugar en el parque natural de Cadí-Moixeró, con un desnivel positivo de 6.000 metros.
Más allá de lamentar la trágica noticia, y de acompañar en el sentimiento a los familiares de la víctima, tendríamos que reflexionar sobre lo que significa poner en riesgo nuestras vidas de un modo tan gratuito. Hay un prestigio, siniestro y ridículo, que tienen las pruebas deportivas. Pero el ciclismo, las maratones y las ultramaratones, el motociclismo, etcétera, son absurdos modos de poner nuestras vidas en peligro mucho más que comer productos grasos, grandes embutidos, fumar o beber ginebra o whisky.
Detesto la hipocresía social de criminalizar los grandes placeres y de glorificar esperpénticos ejercicios de esta terrible vanidad que es el culto al cuerpo, tan despreciable intelectualmente, y tan estéril. Las normas de lo políticamente correcto las dictan siempre capados e impotentes, seres sumidos en una profunda infelicidad que pretenden que todos estemos tan tristes como ellos para que así les resulte más llevadera su miseria, y ninguna comparación les hiera.
Esta chica no ha muerto: se ha matado. La prueba deportiva en la que participaba tiene mucho más de muerte que de vida y es un desprecio minucioso y exhaustivo de los dones de la Creación. La vida no es un regalo, es un don. Y tenemos no el derecho sino el deber de estar a altura de las circunstancias y de intentar hacer de ella algo pletórico y generoso.
Organizar salvajadas como las del Cavalls del Vent con la complicidad silenciosa de tanta gente, dice muy poco de nuestra Humanidad y de nuestra sensatez. Es espantoso y deprimente vivir entre bárbaros tan dispuestos a acabar con todo: empezando por la misma vida, poniéndola tan grotescamente en riesgo.
Tener que recorrer 84 kilómetros en 24 horas es una locura y al que se le ocurrió habría que decirle algo. Lo sorprendente no es que Teresa haya fallecido, sino que los demás hayan completado la cosa sin perecer como ella. Tendríamos que ser más serios y más profundos, renunciar a tanta demagogia para detectar mejor el peligro y dejar se legislar a golpe de prejuicios y hacerlo en favor del más elemental sentido de la supervivencia y en pro de la conservación de la especie. 
La noche del sábado, a partir de las 23:00, estuvo prohibido comprar una botella de vino, de whisky o de ginebra, la misma hora y la misma noche en que Teresa corría por la montaña bajo una tormenta de agua nieve, con 6.000 metros de desnivel, y moría de sobre esfuerzo en el kilómetro 50. 
Somos unos cínicos. Y unos bestias."

Contestaré, lleno de indignación, al Sr. Sostres desde aquí y... aunque no estoy seguro de conseguirlo, intentaré no faltar al respeto cómo ha hecho él a la familia de Teresa y a cientos de personas, que como yo... como Teresa (que DEP) nos apasiona el deporte, nos llena, es nuestro estilo de vida y nos hace felices y mejores personas.
Pese a jugar en desventaja, (ya que lo mío son las agujas, las sondas, las sirenas y el lidiar cada día con la enfermedad y la muerte)... y no las letras como él, intentaré irme a su terreno y defenderme al darme por aludido en su artículo. Espero estar a la altura.

"Querido" Sr. Sostres:
Esta mañana he vuelto a poner en riesgo mi vida de un modo gratuito (como dice usted)... como hice ayer... como haré mañana... como lo llevo haciendo muchos años casi a diario. Esta mañana he salido a practicar una de mis pasiones... correr. Un entreno exigente en el que he vuelto a poner mi corazón, mis músculos, mi cerebro y cada célula de mi cuerpo al límite..... Gracias a Dios, lo he superado y estoy aquí escribiendo estas líneas para usted. Y, aunque parezca mentira, mientras "intentaba suicidarme" iba pensando en usted, en su artículo y en cómo una persona puede escribir semejantes burradas y haya alguien que decida publicarlo.
Dice que practicar ciclismo, maratones, ultramaratones...etc, es más peligroso para nuestras vidas que comer productos grasos, grandes embutidos, fumar o beber???????..... No hace falta que le exponga las primeras causas de muerte de la civilización occidental, no? En ninguna lista aparecen maratonianos ni ciclistas en los puestos delanteros....... Dónde si que hay una trágica y larga lista es en ciclistas atropellados.... seguramente, en muchas ocasiones, por culpa de ese tipo de personas que a usted tanto le gusta y se hartan de productos grasos, fuman y abusan del alcohol. 
Teresa no se ha matado... se ha muerto (por desgracia). Teresa disfrutaba de su pasión, de lo que la hacía sentirse viva... de algo de lo que usted no podrá entender en todos los años que los gintonics, el tabaco y la comida grasa le dejen vivir.
No me voy a explayar mucho más. Sólo decirle que éste es nuestro estilo de vida. Un estilo de vida que jamás usted llegará a comprender. Un estilo de vida que nos hace sentirnos bien, superarnos y ser felices entre tanto intolerante que hay suelto.
Sr. Sostres, lo único que me ha gustado de su articulo es que no se excluyera del tan extendido cinismo que existe en esta sociedad.
Su artículo es mucho más elaborado, refinado y esmerado que mi réplica, pero yo escribo con una cosa con la que usted jamás podrá escribir.......... con el corazón!!!!!