Como me pasa muy a menudo en
las “grandes citas”, el despertador no llega a sonar. A las 4:30 de la mañana
deberían prohibir despertarse… jejejeje, pero como me decía mi padre muy
sabiamente, sarna con gusto no pica. Noche típica pre-ironman. La misma
preocupación por dormir es la que te priva de tan preciado tesoro en esos
momentos. Muchos saben de lo que hablo. Aún así esto no es nuevo para mí y eso
es una ventaja.
La historia se vuelve a
repetir… 226 Km por delante. Incertidumbre hasta cruzar la línea de meta. 3800
metros de natación, 180 Km de bicicleta y 42 Km corriendo. Qué rápido se
escribe y cuánto cuesta recorrerlo… y sobretodo, prepararlo. Muchas horas
detrás de esa ansiada meta. Mucho tiempo robado a nuestras familias. Muchas
dudas. Muchos miedos. Si todo va bien, en unas horas seré finisher de mi 9º
ironman. Y no tengo ninguna duda, las cenizas de mi padre descansan en esas
aguas y nada puede salir mal.
Extrañamente, hoy estoy
tremendamente tranquilo. Es cierto que no me juego nada y no vivo del deporte,
pero también es cierto que en una prueba con pocos participantes donde los
profesionales no suelen acudir, tengo posibilidades de quedar bastante adelante
y eso, siempre gusta. No llego todo lo preparado que me gustaría, pero si juego
bien mis cartas puedo rascar un gran resultado y eso me quita presión y me da
confianza.
Bici, zapatillas de bici,
zapatillas de correr, gafas de sol, casco aero y gorra de la suerte. Todo
listo. Todo esto bajo la atenta supervisión de mi pareja que no quita ojo de
todo mi ritual. Los boxes son un hormiguero donde cada uno se prepara para la
“guerra”. Hablo con Simón y José Luís, dos amigos que debutan hoy. Cómo le dije
a alguien una vez… “no será fácil, pero valdrá la pena”… vaya si valdrá la pena.
Ellos están un “poco” más nerviosos que yo… jajajaja. Nos deseamos suerte y nos
vamos a la playa. Simón… este año el viento no te quitará lo que te mereces.
Hace justo un año, en el mismo escenario, el viento nos privó del
IroCat2015.
Parte de la #mareaverde ya ha
llegado a L’Ampolla, otra parte (nuestras familias) pasaron la noche con
nosotros. Si de algo estoy convencido es que apoyo no nos faltará. Creo que hay
una paella reservada para unos 20 en uno de los restaurantes por donde
transcurre el circuito de carrera a pie… jejejeje.
Paco, mi hermano, no ha
parado de hacer fotos en todo momento. Tenerlo cerca es un plus, y él lo sabe.
Laura, mi pareja, “debuta” de supporter. Difícil tener a alguien al lado que
entienda mi locura y la comparta. Sólo me pide una cosa… “no acabes como
acabaste en la maratón de Barcelona”… jajajajaja. Por dentro pienso… “acabaré
de la misma forma, cruzando la línea de meta”… jajajaja.
Me sitúo en la salida y antes
de que me dé cuenta estoy braceando hasta la primera bolla. Son tres vueltas a
un rectángulo marcado por seis boyas. Empieza la fiesta. El mar es una piscina
y parece que el tiempo nos respetará. Tardo un poco en coger el ritmo y no me
encuentro a gusto, pero poco a poco la cosa va mejorando. Intento nadar recto y
seguir la estela que marcan los demás triatletas. Creo que lo consigo.
Cuando me doy cuenta ya estoy
en la última vuelta y la hago entera a pies de otro participante a un buen
ritmo. Subidón al ver que he mejorado mi tiempo en ese sector 8’ desde mi
última participación en 2014. Increíble ver la mancha verde que forman los
IRUNWITHLEIVA con sus sudaderas. También veo a mi padre con su visera ironman
colocado en una esquina. Lástima que sólo lo vea yo y sea un recuerdo de la
edición del 2011. Esta vez lo ojos no se llenan de lágrimas y se me escapa una
sonrisa.
T1 sin prisas. Toca lo que a
priori será lo más duro para mí y donde tengo que intentar perder el mínimo
tiempo posible. Este año la bici ha sido la gran sacrificada y no he podido
entrenarla como a mí me hubiera gustado.
6 vueltas de 30 Km por los
arrozales inundados del Delte de l’Ebre. La gente anima y te da alas para
empezar las primeras pedaladas. Pronto dejamos L’Ampolla y estamos en las
largas rectas que comunican con Deltebre y Camarles. Ritmo crucero, cero viento
y a intentar hacer el mayor número de Kms antes de que el dios Eolo despierte y
nos dificulte el avance.
Primer giro y ya tengo
referencias con los primeros. Empiezo a contar triatletas y calculo que habré
salido entre los 50 primeros (una gran natación para mí) . Me cruzo con Simón
que ha salido muy poco tiempo detrás de mío. Más tarde con Raúl, otro
Irunwithleiva que también participa y por último, José Luís. Ya estamos todos
fuera del agua.
Las tres primeras vueltas a
ritmo previsto y en cada giro en L’Ampolla recargamos energía con los ánimos de
los nuestros. Laura lo está haciendo perfecto como supporter y me va nutriendo
de todo lo acordado en el momento justo. Es vital tener a alguien ayudándote en
pruebas tan largas y exigentes. Mil gracias!!!
En la 5ª vuelta, con 120 Km
en las piernas, el viento empieza a hacer acto de presencia discretamente y
conforme pasan los Kms va en aumento. La última vuelta se hace dura. Es aquí donde
hay que tener la cabeza fría y no desgastarse para intentar mantener el ritmo.
Es preferible perder 5-6’ en esta vuelta y llegar “vivo” a la maratón y… más en mi caso, que
soy un maratoniano que juega a ser triatleta en verano… jejeje. Un
sobreesfuerzo extra te puede llevar al traste a la carrera.
Acabo en el tiempo previsto y
toca mi especialidad… la maratón!!! La última disciplina es el juez y el
verdugo. Es la que dicta sentencia y si te has pasado te condena a “muerte”. El
cansancio se empieza a notar. El cuerpo poco a poco se irá deshidratando hasta
llegar hasta su límite. Hace calor, mucha calor y el organismo aún no está
acostumbrado a ello en el mes que estamos. Llevo poco más de 6h15’ de
competición y en el mejor de los casos quedan 3 más.
Empiezo un poco atrancado,
pero en un par de Kms ya estoy en ritmo crucero.
Por suerte, los ánimos de la
#mareaverde son válsamo. Mi entrenador Jaume, me da referencias con otros
triatletas y pautas a seguir. Él mejor que nadie sabe cuál es mi estado de
forma y de lo que soy capaz.
Pese al cansancio me encuentro
bien y el ritmo hasta la primera media maratón es bastante bueno. Paso en el
tiempo previsto. Laura, en cada vuelta me da todo lo acordado, sé que está
sufriendo, aunque no voy nada mal. Hay algo que me llama la atención en cada IM
que hago, cuanto más rápido corres, más te anima la gente. No debería ser al
revés?
Mi hermano está en todos
sitios detrás de su cámara. Vaya tute se está pegando. Seguro que saldrán unas
fotografías espectaculares.
Cuarta vuelta… quinta… Jaume
me vuelve a dar indicaciones… “Si sigues a ese ritmo estás para 9h21’”…… y
quedan 7 Km. Pienso en el tiempo que me ha dicho y sería un marcón… pero las
fuerzas están llegando a su límite. No creo que sea capaz de mantener el ritmo
hasta el final. Empiezo a notar que corro por inercia y eso no es muy buena
señal. Paso por al lado de Laura, le doy un beso. El próximo beso será en meta.
Última vuelta… a los pocos metros tengo que parar. Mierda!!!! Vomito todo lo
que he tomado en el avituallamiento y tengo una sucesión de arcadas que no tienen
fin. La gente anima más si cabe… pero yo sé que aquí se ha acabado mi IM. Estoy
parado unos segundos, pero a mí me parece una eternidad. Seis Kms para meta que
serán un infierno. Vuelvo a correr, esta vez a un ritmo muy por encima del que
he llevado toda la maratón. Aún así no me rindo. Esto no es nuevo para mí y por
suerte me queda poco más de 30’ de competición.
Llego al final de la larga
recta de tierra dónde está la llave en forma de pulsera negra que me abre la
puerta de la línea de meta. Cuatro Kms me separan de mi 9º IM. Recojo la última
pulsera junto a otro triatleta y una voluntaria nos dice que uno de los dos
seremos el 10º clasificado. Es la primera vez que tengo referencias reales de
mi posición. Tengo muy claro que no seré yo el décimo. Estoy “muerto”. Mi
cuerpo ha llegado al límite. De nuevo ando unos metros. Mi cabeza entra en
guerra con mi cuerpo. Una quiere… el otro no puede. Al final gana la cabeza y
vuelvo a correr como puedo. Llego al último avituallamiento… vuelvo a caminar…
los integrantes del Triatló Jovent79 que se encargan de ese avituallamiento y
donde tengo varios conocidos me animan a tope. No puedo más… salgo andando del
avituallamiento y toda la “mareaverde” que está esperándome en meta chilla como
locos que corra… que sólo quedan 2 Km… pero no puedo. No puedo más. Creo que
los haré andando. No quiero sufrir más. Los miro… pero no los veo… siguen
chillando. Los vuelvo a mirar, ahora distingo a Lucía, mi hija… me sonríe pero
no me dice nada. Creo que es la única que no chilla. Me hace el gesto de correr
y… mis piernas empiezan a correr solas. No sé de donde salen las fuerzas pero
estoy corriendo, bueno… si lo sé… salen del amor incondicional de un padre por
un hijo… muchos sabéis de lo que hablo.
No vuelvo a parar de correr
hasta meta. Óscar me espera antes de encarar los últimos metros y corre a mi
lado… que grande que es, pierdo la cuenta de cuantos IM ha estado a mi lado.
Alfombra… Lucía de mi mano… la mayoría de personas que quiero en mi vida
chillando… mi madre detrás la vaya, mi hermano al fondo de la recta y una
persona especial que sin ella no hubiese sido posible este IM, que no quiero
que se separe nunca de mi lado y con la que quiero compartirlo todo, haciendo
las últimas fotos. Dedo al cielo señalando al culpable de que ame el deporte
por encima de todas las cosas y paro el crono en 9h30’07’’ en 11º posición. Al
final , pese a los problemas, 4ª mejor maratón del IronCat con 3h10’. Besos,
abrazos, emoción y MEDALLA DE FINISHER!!!! Va por ti también papá.
Esto no se ha acabado… falta
Símon, que lo he visto genial durante toda la carrera y hará un tiempazo. También
faltan José Luís y Raúl. Están sufriendo pero lo conseguirán.
Emocionante ver entrar a
Simón esprintando… sonriendo… y cascándose un sub10 en su primer IM… y emocionante
ver Silvia sufriendo y disfrutando a partes iguales. ENHORABUENA A LOS DOS!!!
Creo que ha valido la pena… jejeje
Más tarde llegaría José Luís,
lástima que la barriga no me dejara disfrutar de tu llegada. Te lo mereces. Lo
has luchado y lo has conseguido. Tu padre estará orgulloso, de tu Ironman y de
todo lo que has hecho durante este mes mientras se debatía entre la vida y la
muerte. Has conseguido ser finisher igual que él conseguirá ser finisher de su
enfermedad. ENHORABUENA!!! Ya tenemos dos hombres de hierro más en el grupo.
Cuál será el siguiente?
También entra Raúl, veterano
en la distancia y que hoy seguro que ha aprendido una nueva lección!!!
MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODOS
POR LOS ÁNIMOS, POR LOS MENSAJES EN LAS REDES SOCIALES Y LAS FELICITACIONES!!!
Próxima parada TRIATLÓN FULL
DE VITORIA!!
#SEGUIMOS